domingo, 5 de septiembre de 2010

Tema 2. La Historiografía: César, Salustio, Tito Livio y Tácito.


I. INTRODUCCIÓN.

            ORIGEN

            Es doble: por un lado, griego, y por otro, autóctono. En esta segunda fuente, hay que distinguir entre documentos públicos (como los tratados con los reyes de pueblos vecinos o las actas de los magistrados), y documentos privados (como los discursos de alabanza a un difunto, o las inscripciones grabadas debajo de los retratos o mascarillas del difunto indicando el nombre, sus hazañas, magistraturas...).

            LOS ANALISTAS
             Los primeros historiadores, siguiendo la técnica de los pontífices[1] y otros magistrados[2], consistente en reseñar los acontecimientos anualmente, dieron a sus escritos también el nombre de Annales, para indicar que los sucesos se narraban “año por año”, siendo, a su vez, estos historiadores conocidos con el nombre de analistas[3]. Todos ellos escriben en griego al no estar todavía la lengua latina muy desarrollada literariamente. Hasta Catón (siglo III – II a.C.) no encontramos al primer analista que escribe en latín.

II. GAYO JULIO CÉSAR.

            BIOGRAFÍA

            Nació en Roma en el año 100 a.C., de la ilustre familia de los Julios (directamente entroncada con la diosa Venus). Inició su carrera política al lado del dictador Sila, pero pronto se enemistaría con él, pasándose al partido del pueblo. Su carrera política y militar fue arrolladora: con Craso y Pompeyo formó el primer triunvirato, conquistó las Galias y terminaría enfrentándose a Pompeyo en una guerra civil. Victorioso, asumió todos los poderes políticos y militares certificando el acta de defunción de la República. Muere asesinado en los idus de marzo del año 44 a.C. tras desoir varios avisos previniéndole de su muerte inminente.

            Si como militar y político fue sencillamente genial, también destacó como escritor no sólo de historia, sino también de tragedias, de gramática, discursos forenses… (todo perdido). Junto con Cicerón, por la pureza de su léxico y construcciones, es considerado modelo de prosa clásica.

            OBRA

            Sólo conservamos su producción histórica que se concreta en dos obras, a saber:

De bello Gallico. Consta de ocho libros, cada uno de los cuales corresponde a un año de campaña (58 – 51 a.C.) para someter las Galias; hay que decir que el libro octavo no fue escrito por él, sino por su lugarteniente Aulo Hircio. Las Galias fueron conquistadas por César en tres años, y con las actas de campaña configuró esta obra que luego emplearía como panfleto propagandístico de su política. Además de su indiscutible valor literario, el De bello Gallico tiene una gran importancia táctica, etnográfica (v. gr.: costumbres de los pueblos celtas, la religión druídica…) y geográfica (localización de restos arqueológicos). La obra está escrita en tercera persona, César nunca se refiere a sí mismo directamente en primera persona. También es de destacar su admiración por el valor, venga de donde venga; por eso destaca la figura del héroe nacional galo Vercingetórix.

De bello civil. Narra en tres libros los avatares de la cruel guerra civil que enfrentó a la Roma republicana, con Pompeyo al frente, contra el golpista César. La victoria es para César. Pompeyo huye a Egipto donde es detenido y asesinado[4]. Las obras de César han gozado durante muchos siglos de la consideración de la máxima objetividad, pero en los últimos años se ha llegado a la conclusión de que si bien los hechos narrados suelen ser verídicos, a veces el autor cambia el momento y el contexto de los acontecimientos a su conveniencia para favorecer siempre su propia imagen personal. Más que historia, lo que parece que pretendió escribir, sobre todo en el De bello civil, fue una obra de propaganda política y de justificación de sus actos.

III. GAYO SALUSTIO CRISPO.

            BIOGRAFÍA

            87 – 35 a.C. Amigo y protegido de César y partidario, consecuentemente, del partido popular cesariano; ocupó algunos cargos públicos llegando a ser gobernador de la provincia romana de África, cargo con el que acumuló una inmensa fortuna y que lo hizo sospechoso de corrupción en su actividad política. Después de la muerte de César, se retiró de la vida pública y se dedicó a escribir.

            OBRAS

            La obra histórica de Salustio la constituyen sus Historiae (perdida) y sus dos monografías (conservadas) sobre la guerra de Yugurta y la conjuración de Catilina.

Bellum Catilinae. Narra la tentativa de Lucio Catilina para hacerse con el poder por la fuerza durante el consulado de Cicerón. Causa próxima de la conjuración son las ambiciones de Catilina, noble degenerado y sin escrúpulos que llegó incluso al intento de asesinato del cónsul Cicerón; causa remota es la decadencia del pueblo romano que había olvidado las virtudes antiguas que lo hicieron grande: sobriedad, valor, lealtad… en una palabra, pietas.

Bellum Iugurthinum. Cuenta la historia de la dinastía númida y cómo Yugurta es adoptado por el rey como coheredero junto con otros dos hijos. Yugurta, formado militarmente en el ejército romano, asesina sucesivamente a sus dos hermanastros y se proclama único rey contra la voluntad de los romanos, que le declaran la guerra. El usurpador Yugurta pierde tras ser traicionado por un rey “amigo”, y es entregado a los romanos.

                        Características de sus obras

            Salustio es el primer gran historiador latino; es el creador en Roma de la historia como género literario. Si César fue un gran historiador militar, Salustio será el primer gran historiador político, comparable a Tucídides[5] cuyas huellas sigue. No sólo describe los hechos, sino que también analiza las causas profundas; v. gr., en el Bellum Catilinae, Roma está empezando a desmoronarse como potencia por la ambición, el egoísmo y la depravación de la nobleza. Catilina es para él el símbolo de la aristocracia corrompida. Sin embargo, tampoco el pueblo está libre de culpa por su mezquindad, bajeza de miras y su predisposición a dejarse manipular por cualquier político ambicioso y de promesa fácil.

            Salustio es también un moralista; en sus obras, reflexiona sobre cuestiones trascendentes, casi filosóficas (la brevedad de la vida humana, la superioridad del espíritu sobre el cuerpo, el desprecio de los bienes materiales…)

            Este historiador posee un sentido dramático de la historia, por eso elige personajes y situaciones conflictivas. Caracteriza a los personajes mediante el retrato y los discursos que pone en boca de éstos.

            Otra de sus peculiaridades son las digresiones, como la descripción geográfica de África.

            ESTILO

            Es voluntariamente opuesto al de Cicerón. Gusta de la concisión y la asimetría (variatio), así como de los arcaísmos. Su prosa resulta densa, solemne y austera.

IV. TITO LIVIO.

            BIOGRAFÍA

            59 a.C. – 17 d.C. Nació en la ciudad italiana de Padua, marchó a Roma para dedicarse a escribir la historia de la urbe en su totalidad; actividad a la que dedicó cincuenta años de su vida. Fue amigo del emperador Augusto que bromeaba refiriéndose a él como el republicano.

            OBRA

            Ab urbe condita libri (libros desde la fundación de la ciudad). Ya el título de la obra nos informa de su aspiración de escribir la historia de Roma desde sus primeros orígenes hasta sus días. La obra constaba de ciento cuarenta y dos libros de los cuales sólo se conservan treinta y cuatro.

            En el prefacio expone Livio la motivación que le ha llevado a acometer tamaña empresa: “Será para mí una satisfacción haber contribuido a evocar los hechos gloriosos del pueblo que está a la cabeza de todos los del universos”.

                        Características de su historia

            Coincide con Salustio en el sentido moralista y ejemplarizante de la historia. Peculiar de él es la exaltación de Roma por encima de todo.

            Concibe, siguiendo a Cicerón, la historia como opus oratorium maxime, es decir, como un género literario sujeto a los preceptos y recursos de la retórica en la composición y en el desarrollo temático.

                        Método histórico

            Deja mucho que desear, como, en general, el de todos los historiadores de la Antigüedad, para quienes la historia es un género literario, no una obra científica sometida al rigor de la veracidad. La fiabilidad de Livio es a menudo escasa no sólo por lo impreciso de sus fuentes, sino también por la manipulación de esa información.

            ESTILO

            Es el reverso del de Salustio. Frente a la concisión de éste, la abundancia transparente (períodos oracionales largos, amplios y cadenciosos) afín a la prosa ciceroniana.

V. CORNELIO TÁCITO.

            BIOGRAFÍA

            55 – 120 d.C. Son muy pocas las noticias que tenemos de su vida, sólo conjeturas, como que nació en la Galia Cisalpina de familia noble y distinguida, que estudió retórica y filosofía; sí tenemos certeza de que llegó a las más altas dignidades de la vida política (cónsul).

            OBRA

            Su producción histórica consiste en dos pequeñas monografías conservadas completas: Agricola y Germania, y dos obras conservadas incompletas: Annales e Historiae.

Agricola. Es una biografía apologética de su suegro Julio Agrícola, ilustre general conquistador de Britania y de quien se rumoreaba que lo había mandado asesinar el emperador Domiciano por envidia. Esta biografía es a la vez una laudatio funebris. Está llena de reflexiones filosóficas e históricas e incluye digresiones como la que hace de la geografía de Britania. Es también un ataque violento a la tiranía de Domiciano y un elogio de la libertad recuperada con los emperadores Nerva y Trajano, en cuyo reinado escribe Tácito.

Germania. Es una monografía etnográfica que consta de dos partes, en la primera, se hace una descripción de Germania, la vida y costumbres de sus habitantes; en la segunda, da una descripción particular de cada uno de los pueblos que la habitan. Tácito pinta de forma expresiva el contraste entre la rudeza primitiva, el valor y las costumbres sanas de este pueblo y la decadencia y la corrupción de los romanos.

Annales. Abarca la narración del reinado de los emperadores Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Constaba de dieciséis libros, pero sólo se han conservado once y pico.

Historiae. Constaba de catorce libros y abarcaba desde la muerte de Nerón hasta la de Domiciano. Únicamente conservamos los cuatro primeros libros y algo del quinto.

            FUENTES

            Historiadores, archivos del senado, memorias de diversos personajes, información de viva voz de personas que habían vivido los sucesos…

            CARACTERÍSTICAS

            En los hechos que relata aspira a la sinceridad y objetividad; él mismo dice que escribe sine ira et studio (sin ira ni parcialidad). Destaca también su pesimismo, que lo lleva siempre a ver los cálculos más mezquinos y los móviles más indignos, con lo cual se resiente su pretendida objetividad.

            Al igual que Salustio y Tito Livio, tiene una concepción moralista de la historia, cuya función es “preservar del olvido la virtud y refrenar los vicios”.

            Como Salustio, tiene un sentido trágico de la historia, plasma las pasiones de los individuos y de las situaciones.

            ESTILO

            Destaca por su brevitas o concisión, que densifica el pensamiento alojado en cada frase; prescinde de todo aquello que puede suplir el lector, por lo que son continuas las elipsis y el asíndeton. Coincide asimismo con Salustio en el gusto por la asimetría.


[1] Los pontífices son sacerdotes. Existían distintos colegios sacerdotales consagrados a los diferentes dioses.
[2] Sobre todo altos funcionarios de carácter judicial.
[3] El primero del que tenemos noticia es Fabio Pictor (siglo III a.C.), otros son Cincio Alimento y Cornelio Escipión.
[4] Siendo mandada su cabeza a Roma en una cesta como obsequio para el triunfador, quien lloró amargamente el final del “Grande”.
[5] Historiador griego del siglo IV a.C. autor de La guerra del Peloponeso.

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